ARGENTINA SE ENSEÑORIÓ EN LIMA Y GANÓ 0 – 2

Perú hizo lo que pudo: dos líneas de cuatro, apretando el espacio para no dejar jugar a la Selección.

La receta funcionó mientras los futbolistas locales tenían aire para dobles y triples coberturas, y en tanto el equipo de Scaloni fue midiendo a su rival, tanteando los cómo y los dónde.

Perú aprovechó un par de salidas fallidas de Argentina para preocupar, pero Cuti Romero llegó a poner orden sin necesidad despeinarse.

Lo que vino después fue la puesta en escena de un entrenamiento en espacios reducidos: la Selección empezó a jugar a un toque, con una velocidad imposible de marcar.

Uno, dos, tres jugadas, que no terminaron gol porque falló el último control (una de Leo que se fue cerca, un par de Julián que no alcanzó a dominar).

El segundo fue similar por concepción, aunque fue más directo: otra vez desde Tagliafico, un pase profundo a Enzo, un centro que Álvarez dejó pasar y Leo, cuándo no, la mandó a guardar.

Si Argentina tuvo que laburar más de la cuenta, si tuvo que ensuciarse un poco el frac fue por las lesiones que lo complicaron.

Después de un par de insinuaciones de Perú, la Scaloneta se enchufó y generó desde el gol anulado a Messi hasta un par de jugadas más que pudieron terminar en gol, sobre todo una gran maniobra que terminó con otra salvada de Gallese ante Leo.

Al encuentro le sobró un tiempo, pero la Selección nunca sobró la situación, pese a que por momentos parecía un partido de un solo equipo en cancha.

Al contrario: evidentemente, es uno de los grandes secretos de este equipo que partido a partido perfora su techo, porque no negocia ni la intensidad ni la búsqueda de la excelencia y porque nunca regala nada.

Y porque le aparecen figuras en cada rincón, al punto que, con la Scaloneta en este nivel.

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Es una agencia de noticias deportivas especializada en la cobertura del fútbol en Perú.