Portugal arrancó la Euro con una agónica victoria 2-1 a República Checa. Y si la ilusión siempre está desde que Cristiano Ronaldo, este martes en Leipzig encontró los tres puntos por dos de sus jóvenes que entraron desde el banco. El centro de Pedro Neto y el gol de Francisco Conceição confirmaron la remontada para los lusos y un festejo a todo trapo.
Le costó muchísimo conseguir estos tres puntos ante unos checos que jugaron a defenderse, a resistir y que casi sin querer se encontraron con el 1-0 a su favor por un golazo de Lukas Provod. Un resultado que castigaba a una Portugal con mucho nombre que no supo explotar al máximo al menos en este debut. Un crack como CR7, las gambetas de Rafael Leao, la conducción de Bruno Fernandes, los pases de Bernardo Silva, los desbordes de Cancelo o Dalot o la solidez de Rúben Dias.
La República Checa, mientras, con un solo disparo a puerta, el que sirvió a Provod para inaugurar el marcador, casi sacó petróleo de su incapacidad para generar nada excepto un sistema defensivo engorroso para Portugal, que una y otra vez se atascó en sus intentos por abrir una muralla casi inexpugnable.
La atractiva propuesta del combinado luso, el último de los favoritos en comparecer en la Eurocopa, pintaba bien para el equipo de Cristiano, con una ristra de nombres en sus filas con una calidad incontestable. Curiosamente, eran 21 de los 26 eran los mismos que fallaron en el Mundial de Qatar 2022. Roberto Martínez, sustituto de Fernando Santos, generó ilusión antes del torneo con un cambio de estilo, no de nombres. Portugal encontró una forma más definida de jugar y llegó a su primera cita como una posible candidata.
Pero Roberto Martínez, antes de enfrentarse a la República Checa, subió la apuesta: su camino hacia la victoria, según afirmó, debía estar cimentado en el buen juego. Eso, es innegociable para el técnico español. Y, jugadores para seguir esa ruta, tiene de sobra. Sólo tenía una duda: jugar con tres centrales o con dos. Al final, introdujo en la alineación a Pepe y, junto a Dalot y Rúben Dias formó un centro inexpugnable para vigilar al gigantón del Bayer Leverkusen Schrick.
La presencia de Pepe otorgó un récord al veterano central. Se convirtió, con 41 años, en el futbolista de más edad en jugar un partido de la Eurocopa. Se unió a Cristiano en el tema de las marcas: el delantero luso, añadió oficialmente su sexto torneo a su currículum y es el único en firmar semejante hazaña. Su ambición y voracidad sigue intacta. Cristiano, siempre quiere más.